27 de julio de 2009

PERÚ: ¿Territorio poblado?

El pobre es el rico, el rico es rey, el rey a la gloria, la gloria inmortal, ¡Resurrección! Vuelve a empezar.

Hace ya algún tiempo, digamos, unos 188 años atrás nada más, un 28 de Julio, un argentino -famoso y no pelucón-, rodeado de algunos criollos caradura, indígenas entusiasmados, limeños clasemedieros extasiados y políticos seudo-golpistas/alpinchistas/patriotas, le decían a un país infestado de españoles -y peruanos alienados que se juraban españoles- que, de ese momento en adelante, era libre.

Desde aquel día en la Plaza Mayor en que Don José de San Martín, el primer argentino que triunfó en el Perú -luego vinieron Oswaldo Catone, Laura Borlinni, Christian Suárez, etc-, proclamó la independencia, hasta hoy día en el que Supermercados Metro decidió llenar la pileta de Pisco –y sólo regalaban un vasito por cabeza, roños-, el Perú ha cambiado más que el partido aprista –que pasó de ser casi terrorista y de izquierda, a la élite de ultra derecha de hoy-, y la identidad nacional sigue siendo la paja de muchas personas, ¿Qué xuxa –la animadora brasilera- es el Perú?

Según José Carlos Mariategui, pensador –huevero-, literato, político, periodista, ensayista, socialista y gasfitero peruano; el Perú es una nación en construcción –como modelo armable de LEGO-, pero que, para mala suerte, se nos acabó el cemento, no hay ladrillos o piezas, se cayó un muro y mató a los obreros, lo abrimos bajo un recurso de amparo como la discoteca Utopía, ahorramos en las tuberías y el desagüe se personificó en lo que hoy llamamos clase política, etc. Para Manuel González Prada, ensayista, pensador anarquista –huevero negativo-, poeta peruano y pituco re-contra oligarca, el Perú es “un territorio poblado”, o sea, se zurró en la diversidad cultural, en las regiones geográficas, en las vicuñitas, en la papa, en todo; no somos más que un grupo de gente que “ups! nació aquí, de casuela”, y que hoy, bajo nuestro instinto de supervivencia, nos mantenemos vivos aquí.

En el año 1783, y gracias al conteo rápido de actas de nacimientos de las Iglesias –claro, todos “eran” católicos, ¿no te acuerdas de la santa inquisición?- los peruanos sumaban 1.076.997 habitantes, distribuidos de la siguiente manera: 609 mil indios, 244 mil mestizos o cholos, 136 mil blancos, 44 mil pardos, 40 mil esclavos negros y 3 mil otros –amarillos, verdes, azules, etc.-, Atte. el notario de la Tinka.

Ahora somos 28 millones de criters esparcidos en un territorio mutilado por varias guerras, que aunque las hayamos ganado, nos hicieron perder tierras. Nuestra moneda es el Nuevo Sol más conocido como Luca, y su hermana menor La China –S/0.50 céntimos de sol a la avenida, por favor-. Hay 20 millones de peruanos con celular y 10 millones de ellos alquilan línea en las esquinas – ¡llamada llamada! -.

Tenemos uno de los únicos ejércitos en el mundo que jamás aceptó una rendición –motivo por el cual, después de cada guerra la población masculina se reducía a niños no mayores de 5 años-, por lo que podemos decir que de hecho somos necios y tercos. Es peruano el narco que está en el VRAE procesando coca, como el que está en Lima, con sus patas, consumiéndola. Es peruana la señora que vende quesos en Vischongo como el pituco que se lo come con su choclo y dice “¡Asu, En Wong no son tan grandes los granos!”.

Perú es ese destino al cual siempre me emocionaré al llegar y sentir las ruedas del avión tocando la pista de aterrizaje, pensando dentro de mi “he vuelto a casa”. En Seúl, conversando con un funcionario del gobierno metropolitano de Tokyo durante un almuerzo, llegamos ambos a la conclusión de que la perfección requiere de la imperfección para ser perfecta, que nada se completa sin el caos y que los problemas son en gran medida las cosas que hacen más felices a los latinos que los asiáticos, somos felices en nuestro desorden.

Esta es nuestra patria, una porción de tierra que un grupo de criollos a punta de balazos compró para poder establecer un destino comercial libre de impuestos al Reino de España, donde los beneficios cayeran directamente sobre los bolsillos de poderosas familias que se afirmaron aquí y por quienes hoy somos una patria en construcción que se asemeja mucho a un territorio poblado, pero no hay nada, NADA en este mundo que me haga hinchar mas el pecho que ver mi bandera ondeando con el viento, recordándome a todos aquellos que murieron para que yo pueda estar aquí y hacerme llamar en el mundo, un ciudadano peruano.


3 Comentarios:

Gabriel on 29 de julio de 2009, 1:39 dijo...

cuanto positivismoooo...

ESCORPIÓN ADULTO on 4 de septiembre de 2009, 6:59 dijo...

Hace ya buen tiempo te saludé por el post escrito en honor a tu abuelo. Ahora te he buscado (A la chicha de Jora), y veo que estás lejos de nuestro querido Perú. Que bien por eso y espero que ese viaje te enriquezca completamente en lo que estés ansiando encontrar.

Un abrazo desde la "panza de burro"

Veco on 26 de enero de 2010, 14:30 dijo...

oeeeee... has dejado de escribir o qué diablos... sé que no soy el mejor para reclamar nuevos posts..peroooo jaja me doy con la sopresa q pasaron mas de 6 meses y nada! asi no es broder... yo que incursioné en esto por tu culpa jaja