20 de enero de 2008

AutoSecuestro

Cuando los gatos no están…

Mi familia entera se fue a la playa. Llega la noche del sábado: Silvana en Miraflores celebrando su cumpleaños, Giannina animándome para ir a Casa Vieja, José en Sargento, Luis, uhmm… según el también en Sargento. Tenía todo para salir, pero, la flojera puede más. Me quedé aquí, solo, en mi casa.

Ver como corren las hormigas en el jardín, escuchar los gritos en la calle, las puertas de los carros, las discusiones de las casas vecinas, el silbato de Jesús el guachimán, los chibolos con sus bicicletas, los lornas de la esquina peloteando (hay uno que parece tener como treinta años y anda con los chibolos de once y doce), los perros que ladran, la vecina que riega sus plantas, los pájaros que cagan mi azotea, la ropa tendida que se mueve con el viento, las moscas que vuelan por la basura, los sonidos de mi casa, la refrigeradora, etc.

Sólo como mi pobre angelito, como ermitaño, como el naufrago sin mar, sin playa, sin isla, fácil con una pelota cuando me pongo a hacer tiros al aro de básquet en mi patio trasero, sólo como huevón (jajaja). El tiempo parece no pasar, el reloj se detiene y yo sigo hueveando.

Subo al techo a mirar las estrellas y sólo hay nubes por que estrellas, esa noche, no hubo. Olía a quemado. Un grito: “¡La olla carajo!” Mis vecinos, tan cordiales ellos. Un grupo de pandilleros caminando en mancha por la calle, las tías revisando la basura por algún plástico o cartón, el camión de la basura, otra vez los lornas de la esquina peloteando.

Mis cuerdas vocales empezaban a entumecerse, llamé a Gaby:

-Aló, ¿Gaby?
-Oie Germán a los años que te dejas escuchar.
-Si pues la vida, ¿en que andas?
-Hoy operaron a mi hermano de apendicitis.
-Ah caramba, disculpa.

Yo, tan poco oportuno como siempre. Dejé el teléfono y me metí al msn, ya eran algo de las 10pm. Carlos (Kids) en el msn:

Germán se ha conectado
Kids: Oie ya pues como es ahora en la noche, ¿hay algo?
Germán: No sé on si quieres vente normal.
Kids: Yo pensé que tu ibas a venir.
Germán: Estoy en pijama, flojera.
Kids ha solicitado ver tu cámara web
Germán: No tengo cámara kids, y si la tuviera no te dejaría verme.
Kids: Marica. Me equivoqué.

Dejé el msn un rato y me puse a ver el especial del humor. Chamo y sus ataques racistas a Uribe. Que el negro es malo por que es el color de la viuda negra. Que el negro es bueno por que es el color del oro negro. Huevadas. Ya no da risa. Voy al cuarto de mi hermano (tiene Home Theather) para ver una pela de Tarantino y entretenerme con sus clásicos, y aparentemente sin sentido, diálogos entorno a sandeces: La virginidad de la chica en “Like A Virgin” en Reservoir Dogs, manoseos en un mueble con o sin ropa en Death Proof. Interesante.
Recordé que había dejado el msn abierto y volví a la laptop. Mil conversaciones que responder. El sueño pudo más. Me recosté a un lado de mi cama y me dormí. Me desperté y ya era domingo. Bajé a tomar desayuno a las casi 8am, temprano aún. No podía dormir más. Sentí las extrañas ganas de hacer ejercicios. Puse la canción de Rocky e hice los ejercicios básicos que practico en el May Thai. Yo no hacía ejercicios, algo me pasa.

Tarantino me estaba esperando, más conversaciones divertidas, muerte y sangre roja recontra falsa. Kurt Rusell siendo pateado por chicas en una carretera gringa. La rubia neozelandesa se me hace familiar, y con familiar me refiero a que la he visto antes en persona, creo que la temporada pasada en USA, claro. ¿Cómo estará Mario? ¿Y Juana? ¿Qué será de Oscar? Frío de mierda seguro, provecho.

Almorzar y seguir existiendo. El partido de Cienciano y el recuerdo de un bonito momento junto a mis amigos del cole (y otros no tan amigos pero que por la euforia del momento lo fueron). El gol de Lugo. La expulsión de la mascota del Cienciano. El tombo dejando pasar la pelota y el arquero de River desesperado. El Pitazo. Miguel Llanos gritando. Morán llorando. Two and a half men en Warner, de mis series favoritas. Me dio sed. Del Castillo dice haber sido secuestrado (para el no debió ser tan grato como para mi) por orden de Fujimori.

Son las… no sé es de noche y acabo de escuchar el claxon del carro de mi papá, han regresado. Todo vuelve a la normalidad. Mañana de vuelta al trabajo. Me auto-secuestré un fin de semana y pedí tranquilidad a cambio. Me siento mejor ahora. Hago secuestros al paso, por si acaso.