25 de julio de 2007

Un Gol Y Muchas Balas

La guerra entre Honduras y El Salvador.

El reloj marcaba el minuto 44’ de la segunda etapa en el estadio de Tegucigalpa, capital de Honduras. El equipo local recibía constantes ataques de su contraparte Salvadoreña. De pronto un súbito contra golpe terminó en un tiro libre muy cerca al área de El Salvador. El ejecutante vio a un compañero solo, quien, de un soberbio cabezazo, anotó el gol. El árbitro pitó el final del encuentro. Honduras derrotó 1 – 0 a El Salvador. El primero de tres encuentros para la clasificación al mundial de México 70 había terminado, y la guerra empezó.

Ese día, 6 de junio de 1969, las tribunas se convirtieron en un campo de batalla. Los salvadoreños llenos de rencor atacaron a la policía y huyeron del estadio destruyendo todo a su paso. Días después, el 14 de Junio, el ejército salvadoreño invadió Honduras y avanzó ametrallando los pequeños poblados fronterizos. En Honduras, el presidente llamó a Reforma Agraria y envió al ejército a acabar con campesinos salvadoreños. De esta manera se dio el pitazo inicial a la llamada Guerra del fútbol.

Al día siguiente, 15 de junio, se jugó el segundo partido en San Salvador, El Salvador. Al momento de tocar el himno todos vieron un trapo manchado en sangre en vez de la bandera de Honduras. El resultado fue 3 – 0 a favor de El Salvador. Las radios salvadoreñas llamaban a la población a “invadir la tierra de los bárbaros”, mientras que en Honduras, altoparlantes repetían un mensaje: “Hondureño: toma un leño, mata un salvadoreño.”

Para el final del partido, el ejército salvadoreño ya había entrado más de 8km en tierras hondureñas, enfrentándose a campesinos que se defendían con machetes. El saldo: cientos de hondureños muertos. Honduras no esperó y lanzó un ataque aéreo a un ejército de El Salvador que se quedaba sin municiones. Pronto la guerra se trasladó del campo a la ciudad donde los mismos pobladores se enfrentaron por seis violentos días.

El 20 de junio, evidentemente acabado, el ejército salvadoreño anuncia su retirada y pide el cese al fuego por parte del gobierno de Honduras. La guerra dejó un aproximado de 6.000 muertos y 20.000 heridos y desaparecidos. Se estima que 40.000 personas fueron afectadas directamente. El Salvador entró en una grave crisis que terminaría en una guerra civil y finalmente, el sueño de formar el Mercado Común Centroamericano quedó en una simple promesa.

Dos países pobres, con presidentes que fueron compañeros de clase en la Escuela de las Américas en Panamá, que estaban alineados al régimen comunista y que consiguieron el poder por golpes de estado, se vieron enfrentados por el simple juego de dos viejos compañeros de clase por el control de los latifundios.

Y es que el fútbol, como expresión cultural, refleja y canaliza las tensiones sociales en las que vivimos, muchas veces llegando a extremos como este, impensados, casi utópicos. El deporte rey no es sólo un juego, es en cierta forma, termómetro de nuestra vida en sociedad.

El tercer partido se jugó en terreno neutro. México recibió a ambas selecciones un 27 de junio del mismo año. El resultado final fue de 3-2 a favor de El Salvador, con un gol en tiempo extra. La policía mexicana, con 5.000 mil hombres, intentó detener a ambas hinchadas. No pudo.

21 de julio de 2007

El Infierno Femenino

Las chicas y su contradictoria mentalidad.

Este es un breve pero significativo análisis de lo que las mujeres llaman el “Hombre Ideal”. Aquel arroz con mango que ni ellas mismas podrían definir como ser humano pero que se esfuerzan por conseguir, la figura del Príncipe Azul más maricón que a nadie se le puede ocurrir. Existen algunas “extrañas” que suelen ser mas realistas con sus gustos pero ahora solo veremos el común de la chica limeña clase-mediera, aquella que se maquilla hasta para comprar cebollas en la bodega, que tiene una Pascualina (Artilugia o cualquiera de esas chibolas) en su cuarto y que le gusta Harry Potter. A continuación entramos a un sub-mundo poco o más complicado que el infierno de Dante Alighieri.

Número uno. Lo más importante son los sentimientos. Tiene que ser un chico que básicamente sea un Cariñosito. El lloró con el Rey León y el Jorobado de Notre Dame.

Número dos. Es todo un caballero. Tiene que actuar como esclavo, un poco más y se tendría que tirar al piso como alfombra. Hay seis pilares de la caballerosidad:

- Hace que ella pase primero en cualquier lugar, previamente abriéndole la puerta.
- Coge la silla mientras ella se sienta o espera que ella se siente primero.
- Al cruzar la pista, la coge de la espalda y con la otra mano para los carros.
- Andando por la calle, él camina al lado de la pista.
- Constantes referencias a su belleza y lo bonita que está “justo” ese día que se ven.
- El no habla lisuras ni raja de nadie.

Número tres. Es un pacifista. Nunca debe entrar en discusión con nadie, y si le pegan, dará la otra mejilla. Cuando le sacaron la vuelta el pidió disculpas.

Número cuatro. No es celoso. “Voy a salir con mis amigas” “Hoy voy al cine con mi ex”. A todo esto el responderá con un “Claro amor, ten cuidado” y una sonrisa de oreja a oreja.

Eso es lo que básicamente se define como un “Príncipe Azul”, la figura idealizada de los hombres. Pero existe una gran diferencia entre lo que “se quiere” y lo que “se hace”. Ahora si vamos a lo concreto, lo real, lo palpable. El típico enamorado en carne y hueso.

Número uno. Aspecto. Alto, blancón, ojos claros, agarrado, espaldón, piernón, y con un muy buen poto. Los sentimientos no importan, el tiene que ser un modelo. Si tiene carro excelente, y si es propio, no prestado de su papá, ya tiene prácticamente el 80% de la relación en el bolsillo.

Número dos. Jilero al 100%. El es caballero SOLO por que esta jileándose a la chica, y ella lo sabe. No sabe hablar, sabe coquetear y jilear. Las referencias a lo bonita que está esconden una verdad: “te verías mucho mejor sin eso puesto y echada en mi cama”.

Número tres. Agresivo y celoso. Mientras mas macho mejor. Le pega a todo el mundo si es que miran a su enamorada, si es que le pasan la voz, o si tan solo se paran a su costado. Le elimina contactos del msn, le borra números del celular, le prohíbe ver algunos amigos y la chica sólo debe salir a la calle si es con él.

Número cuatro. Recorrido. “Prefiero un chico que ya conoce la vida”. Ella sabe lo pendejo y poco maduro que es el tipo. Ya ha sacado la vuelta a otras chicas, pero, “mejor un sacavueltero que un mongo”. Existe una idea extraña de que “fue pendejo, pero ya sentó cabeza”. El peligro siempre estará latente, como un volcán.

En pocas palabras, el tipo tiene que ser lo mas cuero, rebelde y pendejo posible. Las chicas son esos seres tan extraños de los cuales paramos enamorados, pero que nunca entenderemos.

Es en este momento en el que yo debería concluir con alguna argumentación racional, pero nada en este artículo lo es, ni el título. No se puede esperar cordura en un manicomio. Por eso quiero citar a un grande, alguien que tiene las palabras exactas, y con esto, cerrar este escrito:

“Exijo una explicación”
Condorito

13 de julio de 2007

¿Puede un hombre amar a otro hombre?

Quizás se malinterprete mi sana intención, quizás nadie pueda sentir lo que siento. Y es que yo puedo decir que si he amado a un hombre y me siento orgulloso de haber pasado junto a él los mejores años de mi corta vida. Siempre me quedará el recuerdo vivo de su mano apretando la mía, caminando por Chilca. Siempre tendremos ese lugar, siempre fue nuestro y lo seguirá siendo. Quienes en vida lo conocieron saben de lo que hablo, aquel hombre que siempre supo hacerme feliz, Pedro Vilchez, mi abuelo.

¿Qué que lo hace tan especial? El volvió a nacer cuando yo nací, el creció conmigo y compartió mis travesuras. Cuando yo era un pequeñín, inquieto como todos, salíamos con mis amigos a matar lagartijas, lanzábamos ladrillos en algún terreno abandonado, jodíamos a las viejas, comíamos helados y nos salíamos corriendo sin pagar. Recuerdo el día que fuimos a pescar a la playa, tiró la caña, y como no sabía pescar, el anzuelo se le clavó en el dedo gordo de la mano, me asusté, y él, muerto de risa, me tranquilizó. Las noches en el bingo haciendo trampa para ganar, jugando sapo; incluso aprendió a jugar Super Nintendo para poder jugar conmigo. Es mi primer mejor amigo.

Uno no se da cuenta pero uno ama a una persona cuando esta es tan vital en su rutina, que ni te das cuenta. Mi papá, mi mamá, mis hermanos, mi abuela, mi familia. Todos hoy sentimos ese vacío de tu partida, pero abuelo, allá estás mejor ¿Si o no? Acá te extrañamos como mierda, pero así es este juego, tú nunca pasarás para mí. Me cuesta no pensar en ti viejo, cada día al despertar y saber que ya no estás, saber que ya no te vas a tirar pedos para joder a mi abuela, o que no te quieres bañar y que solo te vas a lavar para “no oler feo”. Eres básico, más básico que la papa a la huancaína que sabes que me encanta y que cada domingo que yo iba obligabas a mi abuela a preparar.

El tiempo pasó, y me tocó cuidarlo. El se preocupó por mi cuando fui pequeñito, era mi turno de cuidarlo siendo viejo. Pasamos ese verano del 2006, tres meses que nunca olvidaré. Día tras día, juntos en la casa, viendo tele, conversando de Chilca, ayudándote a comer, a lavarte. Esa última vez que salimos solos y fuimos al banco, que inolvidable, así como él alguna vez me ayudó a caminar, yo estuve ahí, sujetándolo del brazo.

Tú y mi abuelita me enseñaron lo que es el amor y se casaron estando ya viejitos. Siempre fueron convivientes y a su avanzada edad quisieron formalizar, que maravilla, que lección de vida. Tanto de ti que no olvidaré viejo, los costalillos de juguetes que me comprabas en el mercado central, siempre buscando el muñequito que me faltaba, siempre buscando la figurita numero 86 del álbum, o el ultimo CD de Nirvana. Estas tan presente ¿Ahora como le hacemos la vida imposible a mi abuelita? ¿Quién le va a voltear el salero en la sopa pa’ joder?

Ya es más de un mes y sigo extrañando el darte un beso y sentir como tu barba me hincaba la cara. Yo amo a ese hombre.