20 de octubre de 2008

Magaly Medina: ¿Cortina de humo?

Nuestra paranoia puede más que legalidad

Después de acatar la orden de detención y encarcelamiento contra Magaly Medina, las autoridades aislaron a la conductora de TV aludiendo que, de ser llevada al patio con las demás internas podría ser víctima de algún atentado contra su vida. Medina suma hoy cinco días de encarcelamiento.

Inmediatamente después de conocido su encarcelamiento muchos seguidores se acercaron al penal de Santa Mónica en muestra de solidaridad exigiendo su liberación, pero, lo que más me llamó la atención fue la reacción de la Ministra de Justicia Rosario Fernández quien se mostró "preocupada por lo que al parecer, según su abogado, podría ser una sentencia irregular", al parecer la ministra también ve Magaly TV a las 9pm religiosamente. No me extrañaría que haga una jugada y saque a la conductora de la cárcel en menos de un mes, de esa forma se ganaría todo el aprecio de la gente.

Pero, ¿Es este un atentado contra la Libertad de Expresión? ¿Es un delito contra la intimidad de una persona? ¿Es acaso una cortina de humo sobre otra cortina de humo? ¿Qué poder tienen hoy los medios de comunicación?

Creo firmemente que este NO es un caso armado por el gobierno, y que más bien es una sentencia ejemplar dictada por la Jueza María Teresa Cabrera Vega contra una ciudadana más que no puede exonerarse de las leyes. Y es que Magaly si cometió un delito contra el honor- Difamación a través de medios de comunicación, delito que se castiga con penas de entre un año a cuatro (a lo que el representante de Guerrero quiere apelar dado que solo la han sentenciado por cinco meses).

La ética periodística se está convirtiendo en un papel más, y el periodista está degenerando hacia una especie de espía omnipotente que puede entrar en la vida de todos y cada uno de nosotros con el solo propósito de conocer la verdad sobre un hecho, pero quizás no nos damos cuenta que eso se llama violación de intimidad, y que todos tenemos derecho a mantener nuestra vida en privado, ajena a cualquier polémica.

Por otro lado, considerar esta sentencia como una cortina de humo, en mi opinión, es producto de la paranoia que describí en mi post anterior, ¿acaso cada sentencia a un famoso, por mas delitos que este cometa, será un atentado contra la libertad de expresión? El hecho de que coincidiera lo de Magaly con los petroaudios no implica que uno sea cortina de humo de lo otro.

Yo creo que León hizo bien en desaparecer, no por que tenga pena por él, si no por que el tema está demasiado politizado, y quizás cuando se hagan las investigaciones preliminares se darán cuenta que no hubo delito de corrupción ni nada, solo una absurda conversación más. En ese momento el podrá regresar a Lima y denunciar a todos y cada uno de los medios que lo tildaron de “rata” “corrupto” y demás, que gracias al precedente de Magaly, podrán irse a la cárcel en mancha.

Saludos a todos aquellos que aun estando fuera del país siguen preocupados por las noticias del Perú, ¿Hasta Japón, Irlanda y Nueva Zelanda llega Magaly? Que genial.

16 de octubre de 2008

Liberen A Magaly

...De aca a cinco meses

El día de hoy jueves 16 de octubre, Magaly Medina, después de trece reiteraciones a la misma falta –difamación- fue sentenciada a cinco meses de prisión efectiva junto a su producto y ex pareja Ney Guerrero. La popular periodista fue internada en el penal de mujeres Santa Mónica, en chorrillos, camino a la playa, TODOS HABLAN DEL TEMA.

Hace algunos años en el Perú, el periodismo, y las comunicaciones en general, sufrían una crisis de credibilidad tremenda. La corrupción del gobierno fujimorista destruyó la alicaída imagen de los medios con la compra de algunos canales y periodistas que se dedicaron a crear cortinas de humo: cómicos ambulantes, una virgen que llora, etc.

Hoy, la justicia sentenció a una de las periodistas mas influyentes y polémicas de todos los tiempos, y el público a viva voz ha pedido su liberación como si todo se tratara de un programa de televisión. Y es que, a lo largo de estos ocho años de democracia, los medios de comunicación han ganado un poder que ni ellos imaginaron años atrás, y poco a poco, lograron tener nuevamente la confianza del público, con esta consigna por delante de todo: La Libertad de Expresión.

La justicia peruana halló culpable del delito de difamación a la periodista Magaly Medina, y la jueza la sentenció a cinco meses de cárcel, punto, no hay nada más que hacer, nada que apelar, nada que reprochar. Se cometió un delito que puede mandar una persona a la cárcel entre uno o cuatro años, ¿Quién le dijo a Magaly que la Libertad de Expresión es el valor supremo de la sociedad?

¿Descubrir la verdad? No. El periodismo tiene hoy la mala costumbre de zurrarse en las leyes, de actuar con carta libre para “investigar la verdad”, y es que claro, se defiende “la democracia” y se encuentra a los culpables. En algún momento alguien tenía que caer por tanta violación de intimidad, y es que no se puede actuar fuera de la ley por más necesario que sea. La gente se para fuera del penal, llaman a las radios llorando por la vida de Magaly, se hacen cadenas de mails recolectando firmas, programan vigilias en las iglesias, etc. Coberturas especiales, programas con debates, invitados extranjeros, etc.

Como en el caso de Rómulo León y Alberto Quimper. Los medios han hecho bulla de todas las formas posibles diciendo que “cayeron las ratas”. Pues una cosa es clara, lo que se escucha en los audios no es más que un engaño a un tercero para que aumente la suma de dinero en discusión para el concurso de unos lotes petroleros, por lo tanto, en un ajuste empresarial, no hay delito, por lo tanto “esos corruptos” no son corruptos, son negociantes, y quien deba verse con la justicia es la persona que grabó el audio, por violación de la intimidad.

Es difícil hacer entender al público en general que esa justicia que tanto han reclamado está llegando, pero, luego de que los medios nos acostumbraran con sus excusas sobre la Libertad de Expresión, pensamos que todo es un “psicosocial”, y vivimos en la eterna paranoia, ¿cuando un encarcelamiento de algún personaje público dejará de ser “cortina de humo”?

Esto es un escarmiento para el periodismo en general, aunque Magaly tiene de periodista lo que yo tengo de comunicador. Los futbolistas tienen licencia para chupar como locos por cinco meses, y yo, extrañaré sus ampays a las prostivedettes.

15 de octubre de 2008

Dios No Es Peruano Pero Creó La Cerveza

Loco Vargas lamenta estar en Paraguay jugando cuando podría estar en Perú chupando...
Si bien una vez más nos dimos cuenta que NO llegaremos al mundial, el sentimiento de frustración, dolor, tristeza y todo lo demás, nos seguirá acompañando en los siguientes partidos por jugar, esperando que aparezca alguna otra jugada heroica como la de Vargas y Fano –que seguro pasará a ser parte de nuestra historia futbolera- que nos devuelva esa frágil alegría. Pero, hay algo que está por encima de la alegría y el dolor, que el suspiro ante un tiro al palo y un gol en contra: La cerveza, más conocida como chela.

Vas a ver el partido con tu grupo de amigos, te soplas la clase así tengas control, llamas a todos y cada uno de los patas pichangueros que tienes en la universidad y tus amigas con ánimo eterno de juerga. Congregas una mancha de seis fieles y se van al chupodromo más cercano a la U, que tenga la tele más grande y la chela más barata. Llegas mientras transmiten el calentamiento de los recogebolas y los periodistas hablan sobre la redondez de las pelotas, te pides dos chelas para arrancar –diez soles-.

Para cuando va a comenzar el encuentro ya tienes ganas de ir al baño, eso quiere decir que has tomado muy rápido, y que necesitas más chela, dos más –veinte soles-. COMENZÓ EL PARTIDO. La gente se empiló, y después de múltiples tiros fallidos al arco de Solano, empiezan a tomar rápido como si de la cantidad de alcohol dependiera el resultado final. Para el final del primer tiempo se han soplado algo de seis cervezas más –cincuenta soles-.

El entretiempo parece eterno, la gente empieza a comentar las jugadas con mayor probabilidad de gol –por que en nuestro fútbol no hablamos de goles- y se secan dos cervezas más por que en fin – setenta soles-. Empieza el segundo tiempo y empiezas a gritarle al televisor “¡Arbitro de mierda te voy a reventar a patadas!” como si te fuera a escuchar. Otro se para y empieza a dirigir al equipo “¡Corre Fano carajo, la diagonal, la diagonal!”, cuando Fano tiene dos defensas de dos metros de alto y uno y medio de ancho. Cuatro chelas más, -ciento diez soles-.

Minuto noventa, se va a lograr el empate, por dios, todos rezan para que se quede el 0-0, pero, DIOS NO ES PERUANO, y como el todo lo puede, de la pelota menos peligrosa, hace un gol para el otro equipo. Resignación, llanto y un grupo de gente que se para y camina con la cabeza clavada en el piso hacia el baño. No falta uno que dice “¡A la mierda, unas chelas más!”, dos chelas más – ciento veinte soles-.

Cuando te diste cuenta entre todos han gasta ciento veinte nuevos soles en chela, y suponiendo que en el local hay diez grupos como el tuyo, el monto pasa a ser de mil doscientos soles, y cerca de tu universidad hay mas o menos 4 lugares de la misma capacidad, cuatro mil ochocientos soles, y en toda la ciudad hay alrededor de 20 universidades con más o menos la misma cantidad de huariques y chinganas que en la tuya, lo cual hace un total de noventa y seis mil soles, solo en antros universitarios decadentes, ¿Institutos? ¿Casas? ¿Grifos?

Si bien dios no es peruano, seguramente en algún momento pensó en tener su planta cervecera. En ese rubro, Osiris, dios egipcio de la agricultura, enseñó a su gente a crear cerveza. Esa receta la encontraron en la tumba de Nefertiti, quien la heredó de Tutankamón mismo. Hoy, aquella cerveza la venden en Londres a $52 la botella 620ml, con abre fácil.

12 de octubre de 2008

En Color Blanco Desidia

Una Imagen vale más que millones de conciencias (a propósito de la campaña LEVANTATE! ACTUA! de Naciones Unidas)


¡Actúa! ¡Levántate! ¡Ponte el polo! ¡Bate el record! ¡Combate la pobreza! ¡Destruye la desigualdad! Naturalmente, el hecho de ser humano implica obligatoriamente la necesidad de pertenencia, chip que se aloja en nuestro cerebro y que opera ante la urgente vinculación a la sociedad.

La sociedad es eso que norma y regula nuestro día a día, es tu mamá diciéndote que llegues temprano a casa, es tu profesor jalándote cuando a tu trabajo le faltaron tildes, es el policía y su papeleta cuando te pasas una luz roja. Sociedad es… lo que muchos decidieron que fuera cuando ni nosotros, ni nuestros padres, estábamos aquí.

Una norma es una piedra, necesaria, en tu camino. Son los conos naranjas antes un hueco en la pista, es un hombrecito verde en el semáforo, es un detector de metales en la puerta de un supermercado. La norma se ajusto a los requerimientos de la sociedad para que esta se autorregulara.

Pero no funcionó, a la sociedad le salieron subterráneos, desniveles, hoyos, autopistas, rascacielos, etc. La norma fue patentada y aplicada por unos, soportada y acatada por otros. La diferencia se trazó con bombas, sangre y muerte. Y la sociedad enfermó.

Entonces surgieron aquellos que estaban en contra de las diferencias, aquellos que buscarían desaparecer la brecha entre unos y otros, aquellos que, con la confianza de los que soportan, alzarían la voz de guerra.

Aquellos, al pasar los años, vieron que su lucha no había generado cambios y que detrás de ellos, los que soportan, aumentaban. Pero se dieron cuenta que las batallas habían dejado pan en sus mesas y agua en sus vasos, y ante el miedo de perder los ideales y sus botines, inflaron la esperanza, la pintaron de blanco y la exhibieron ante toda la sociedad.

Los que patentaron la norma le vieron la utilidad, la transformaron en una fachada hermosa con cerco eléctrico y aumentaron su poder. Los que soportan admiraron la belleza de la obra, soñaron… y siguen soñando.

Hoy, aquellos sienten que su vida humana llega a su fin, y que la obra pintada de blanco debe mantenerse en pie para continuar un lucha falsa y calculada. Entonces, para perpetuar el utópico ideal en el imaginario de quienes soportan, llegan a nosotros, la nueva estirpe, la que seguirá pintando la obra de blanco, en color blanco desidia.

¿Seguimos pintando?

8 de octubre de 2008

Hundiendo El Huáscar

"En una guerra alguien tiene que morir, pues" proverbio ulimeño.

La categoría de Héroe, en la mitología griega, es reservada para un semidiós capaz de realizar hazañas increíbles y salvar personas de la muerte. Pero, en la cultura popular, generalmente en aquellos países víctimas de la derrota, los héroes son aquellas personas que, por circunstancias propias del combate, no pudieron escapar.

De chibolo, cuando me hacían comprar el suplemento de Expreso “El Escolar”, me metieron en la cabeza a unos tipos con unas barbas extrañas como Andrés Avelino Cáceres, Francisco Bolognesi y Miguel Grau, héroes de la Guerra del Pacífico, quienes con el tiempo se han convertido en equipos de fútbol, avenidas, plazas, carpas -carpa Grau-,colegios y hostales para el choque y fuga.

Recuerdo las hazañas de Cáceres, que se pasó la guerra matando chilenos mismo palomilla de ventana en la sierra, tirando piedra y ocultándose. El si tenía la mentalidad de “equipo chico” que a nuestra selección le falta.

O como olvidar que cuando fui al Presbítero Maestro me enteré que Alfonso Ugarte no iba a caballo, que no tenía la bandera del Perú, que no lo perseguía nadie, que no saltó del morro de Arica y que por último ni peleo pues ni bien vio a los chilenos levantó los brazos y se entregó. Murió en Francia de viejo -como todo un caviar-, y yo tengo su cara en mis cuadernos de historia del cole. Bolognesi ha de estar saltando en la cripta para que saquen a ese intruso de todos los libros de historia -será cierto esooo, o no será cierto-.

Y claro, Miguel Grau, Comandante de la Marina de Guerra del Perú, que después de tener diez hijos -asu ganador- y de haber sido congresista, se metió al Huáscar y nadie lo pudo sacar, ni muerto, todo un macho alfa. El tío había pasado toda su vida en barcos cazando tiburones e incluso, a los siete años, salvó a su capitán de la muerte – a esa edad yo recién comía con cubiertos creo-.

Un día como hoy, en el Combate de Angamos, después de que muriera Grau, los tres generales que le seguían en el mando, el cocinero, el utilero, el que limpia los baños, etc., todo quedó en manos de un señor que limpiaba pisos quien ordenó que se abrieran las válvulas para hundir el barco -claro, como el no lo pagó- y la gente empezó a inmolarse con lo que encontraban – palos de escoba, tenedores de plástico, clips y todo objeto punzo cortante que hubiera-, hasta que entraron los chilenos y colorín colorado.

¿Qué sería de nosotros en una guerra ahora? Pues no sé, por lo pronto yo no podría ir por motivos de salud –¡ja!-, imagino que mandaran primero a los Bomberos, luego a los Boy Scouts, a los de Un Techo para mi País y a las barras bravas. Ya luego bajo yo a rematar no más, o quizás haría la misma que Cáceres: corro, mato a uno y me escondo.

Jamás me metería en un barco donde si o si me moriría, ya sea por una bomba, una bala, ahogado, pisoteado, en el fondo del mar o de pena. Años después una viejita regresaría a la zona del hundimiento y empezará a contar como morí luego de que el barco chocara con un Iceberg, pero, ah, eso es Titanic. En fin, ¡Salud por Grau!

Video de La Cripta de los Héroes