8 de marzo de 2008

El perrito Natividad y la “bestia” Habacuc

¿Una marcha electrónica multinacional en pro del sensacionalismo?

Entrevista exclusiva a Habacuc Vargas en Radio Caracol

Por lo general uno entra a su correo electrónico y encuentra dos o tres cadenas de Jesucristo o esas clásicas que dicen “si no reenvías esto a cinco amigos tuyos dos negros te violaran mientras ven el video de Wendy Sulca – La tetita”. Pero, en los últimos días una tremenda acción comunitaria, vía mail, busca liberar a un perro callejero de las garras de un artista llamado Guillermo Vargas, alias Habacuc.

Un perro sujetado por dos cables a una pared blanca sobre la que se había compuesto, con comida para perro, la frase “Eres lo que lees”. Esa es la controversial obra llamada “Natividad”. Dudé mucho de la tremenda carga de violencia (de quienes envían el mail contra el artista y del este hacia el perro) y del airecito de “poca información” que había en el mensaje, por eso me dediqué a buscar más.

Para empezar, la obra se hizo en homenaje al artista nicaragüense Natividad Canda (24 años) quien murió devorado por dos perros Rottweiler en un taller de San José, Costa Rica. Sólo después de morir de esta manera tan trágica el público reconoció su valor, e incluso le hicieron condecoraciones post mortem a su “legado”.

¿Qué buscaba Habacuc con su obra? Pues he aquí un fragmento de una entrevista:
“Lo importante para mí era la hipocresía de la gente: un animal así se convierte en foco de atención cuando lo pongo en un lugar blanco donde la gente va a ver arte pero no cuando está en la calle muerto de hambre. Igual pasó con Natividad Canda, la gente se sensibilizó con él hasta que se lo comieron los perros”.

La Galería Códice, lugar donde se presentó la muestra, se pronunció con una carta respecto al supuesto “Crimen” de Habacuc:
“El perro permaneció en el local tres días, a partir de las 5 de la tarde del miércoles 15 de agosto. Estuvo suelto todo el tiempo en el patio interior, excepto las 3 horas que duró la muestra. Fue alimentado regularmente con comida de perro que el mismo Habacuc trajo. Al amanecer del viernes 17, el perro se escapó pasando por las verjas de hierro de la entrada principal del inmueble”.


La carta concluye de esta manera:
“Celebro el que tantas personas en el nivel internacional se hayan mostrado molestas por las declaraciones brindadas por Habacuc, en las que sostenía que su intención era dejar morir al perro de inanición, lo que es de su absoluta responsabilidad. Al cumplir con informar la verdad de los hechos, espero que todas esas mismas personas hayan elevado también su voz de repudio cuando Natividad Canda fue devorado por los Rottweiler”.
Firma Juanita Bermúdez, Directora Galería Códice, Managua Nicaragua.

Evitando tomar partido por una de las dos partes en juego (tanto la que censura la obra como la que la aplaude), si lo dicho anteriormente, tanto por el artista como por la galería, es cierto, esta si sería una obra de arte, encajada dentro del concepto de lo dionisíaco, la expresión desenfrenada del arte. Parte de la complementariedad incluida dentro de la idea de belleza, lo dionisíaco nos lleva necesariamente a una experiencia “desagradable” que indefectiblemente nos empuja a tener una sensación de placer al hacer que nuestros sentimientos “socialmente incorrectos” se vean expresados, en referencia también a la estética de lo feo.

Odio entrar en reflexiones de este tipo, pero dada las circunstancias, dar una justificación de la verdadera intención de Habacuc pasa por reconocer su gran capacidad de enlazar una obra “socialmente repudiable” con la atención de los que hemos protestado vía mail (yo tambien firmé la petición).

“Eres lo que lees”, esa frase que colocó en la pared con comida para perro, nunca habría tenido sentido si es que toda esta ola de correos no se hubiera dado. Tal parece ser que Habacuc nos vio la cara a todos, y debe estar rebozando en felicidad al saber que su objetivo fue alcanzado al hacernos pisar el palito, y poner en boca de todos lo “desagradable”.

Finalmente, cabe también recalcar que “Natividad” no está incluida dentro de la Bienarte (no Bienal) 2007, ni lo estará en la Bienal del 2008, según Rodolfo Kronfle, miembro del jurado. Para quien escribió aquel mail, una pequeña charla sobre lo que es ser sensacionalista y los problemas que esto conlleva, no le caería mal. Por otro lado, según el mismo Habacuc, la gente que asistió a ver la muestra se mostró indignada por la crueldad con la que se trataba al perro, pero ninguna hizo algo por liberarlo, no llamaron a la policía ni intentaron soltarlo, nada.
Eso si, en caso de que efectivamente el hubiera querido dejar morir al perro, cosa que Habacuc mismo ha negado, nada justificaría acabar con una vida, por mas arte que sea. Vemos perros todos los días en la calle y en verdad es triste, ¿pero que podemos hacer?